Eso de tener que estudiar, aprender, esforzarse.
Va contra nuestra naturaleza autocomplaciente en general.
No entiendo por qué alguien querría enseñar.
¿Qué motivación puede haber detrás?
Debe ser un loco para intentarlo.
Pues mira.
No soy un loco de los datos como tal.
No es que me pase la vida analizando todos los datos que me llegan a las manos.
Aunque los números siempre han estado en mi vida.
Sobretodo el 1 y el 0.
La mayoría de mis alumnos cuando se lo cuento piensan que soy muy viejo.
Pero no lo soy, al menos de corazón, lo que pasa es que a los 14 ya estaba golpeando teclados.
Durante la universidad sentí la pesadez de una enseñanza que ahora veo reflejada en muchas formaciones.
Por eso cuando decidí lanzar mi Mentoría Power BI supe que no quería que mis alumnos se sintieran así.
Fíjate.
Yo en la universidad me aburría.
Y no era el único.
Pero había gente que se aburría y se iba a la cantina.
Yo me aburría y me iba a la fotocopiadora a comprar los apuntes de cuarto.
Mi trabajo en banca fue lo que me hizo cambiar el rumbo de mi vida.
Y me permitió encontrar un propósito a todo lo que pensaba mil veces.
Al ver como cruzan datos para sacar conclusiones y saber de sus clientes incluso más que el propio cliente siempre pensaba en qué significaría para una PYME o un autónomo poder tener ese control sobre su negocio.
Así que después de cuatro años en el banco y de trabajar un tiempo en remoto (1998), me reciclé para poder ofrecer esa misma capacidad a empresas pequeñas y medianas.
El curso era por las tardes.
Y por las mañanas invadía las aulas libres para practicar y desarrollar mi método.
Justo después de acabar la formación me “ficharon” como profesor para impartir el mismo curso que había recibido.
Y ahí todo encajó.
Interiorizaba mejor las ideas, los conceptos.
Me mantenía al día de las novedades para incorporarlas a la formación.
Y trabajaba con lo que me gustaba aplicándolo a soluciones del día a día.
Pero seguía buscando la manera de ayudar a las empresas de mi zona.
Cuando analicé el mercado me di cuenta de que empresas con esas necesidades no había tantas.
En una ciudad como Murcia, tres o cuatro en total.
Entonces me centré en SQL server de Microsoft y me especialicé.
El Business Intelligence (BI) llegó a mi vida.
Y esta solución me permitía aplicar todo lo que había aprendido en Banca en cientos o miles de empresas.
Los MVP somos expertos en tecnología que disfrutamos compartiendo nuestros conocimientos con la comunidad.
Juntos formamos una comunidad mundial de la que solo hay 12 en mi especialidad en toda España
Por encima de todo, además de sus increíbles conocimientos técnicos, los MVP nos diferenciamos por nuestro deseo de ayudar a otros SIEMPRE.
Esto es lo que nos diferencia.
Te podría contar 1000 historias sobre lo que ocurre en los viajes en los que nos invitan a Microsoft (USA) con todos los MVP de Power BI y del resto de especialidades (+3.000 personas).
Eso me permite tener una lista de contactos que siempre puede resolver cualquier duda a la que yo no llegue de cualquiera de mis alumnos.
Es decir.
Una mentoría conmigo nunca deja una pregunta sin la mejor respuesta del mejor profesional.
(Y de paso te llevas el PDF de los tres errores más comunes entre los técnicos de datos de las empresas españolas).
Como ves es normal que no te guste estudiar.
A mí tampoco me gusta.
¿Sabes lo que sí me gusta?
Las respuestas.
Ver como encaja todo.
Entender los procesos.
Por qué ocurren las cosas.
Algo que es muy necesario si quieres dirigir una empresa.
Porque si no sabes como usar los datos para tomar decisiones.
O no los tienes todos en el momento que los necesitas.
Pierdes crecimiento.
Pierdes competitividad.
Por eso ahora que no nos oye nadie.
Que estamos tú y yo solos.
Te voy a recomendar mi Mentoría Power BI 360.
Porque soy un tío sencillo al que le gusta tanto sentarse en el sofá a disfrutar una sesión de smooth jazz como ir a un concierto de los Rolling.
Que te puede dar muchas soluciones fáciles, pero también contarte las cosas como son.
Y además he aprendido que cuando enseñas es cuando surgen las dudas.
Y las dudas te hacen mejor profesional.
Porque te hacen buscar soluciones.
Por eso sigo enseñando.